El medio online ‘The Register’ descubre que es habitual que una persona que vende un coche conectado pueda mantener el acceso a los datos del vehículo, incluso cuando ya está en manos de otro propietario. Exponen la situación de un lector llamado Howard B., que vendió su BMW… y que, pasado un tiempo -y durante cerca de seis meses- aún era capaz de conectarse remotamente con su coche y realizar acciones como: desbloquear y bloquear las puertas, encender las luces, conectar la climatización… incluso ver dónde está estacionado el automóvil. Para evitarlo, el cliente que vende el coche debe entrar en la aplicación BMW Connected y eliminar todos sus datos. Este problema también muestran que es extensible con modelos de Mercedes, Jaguar o Land Rover.ç