Una familia en el condado de Ocean, Meryland, es víctima de un ataque mediante el cual le roban su coche: un Chevrolet Suburban valorado en cerca de 50.000 euros. Los delincuentes usaron la técnica de relevos: es decir, uno capta y amplifica la señal del mando a distancia de la llave que se encuentra en el interior de la casa y otro la transmite al vehículo, haciéndole ‘creer’ que se trata de la original… y permitiendo que se desbloquee el seguro de las puertas y que, una vez dentro, el automóvil se pueda arrancar pulsando el botón de Start/Stop. Como curiosidad, el National Insurance Crime Bureau, una organización sin ánimo de lucro que combate el fraude en los seguros, prueban un dispositivo de ataque de retransmisión, pero introduciendo el mando a distancia del coche en una caja de metal. Descubrieron que dicha caja parecía impedir que la señal de control llegara al dispositivo, evitando que se abriera el vehículo.