Un investigador construye un dispositivo llamado RollJam para robar los códigos de apertura de los coches. El dispositivo -que apenas necesita de dos radios, un microcontrolador y una batería: todo ello por menos de 30 euros- captura la señal mandada por la llave al coche a la vez que la bloquea para que el vehículo no se abra. Cuando el usuario vuelve a pulsar el botón, el dispositivo bloquea nuevamente la señal, la captura y emite la primera. De esta forma, ahora tiene una clave válida para abrir el vehículo cuando el usuario no se encuentre en el lugar. Este dispositivo también puede hacer lo propio con puertas a garaje con sistema de apertura por mando a distancia.