Paralelamente a la velocidad a la que aparecen nuevos coches o motos con equipamientos más sofisticados crece nuestra dependencia tecnológica y, por tanto, el riesgo de ser atacados por ciberdelincuentes profesionales con virus informáticos y fines lógicamente nada buenos.
Los fabricantes de componentes llevan años trabajando, y parece ser que una solución está en camino. En tiempo récord, la ONU ha desarrollado una norma que unifica los criterios y los requisitos, e implanta las bases mínimas de ciberseguridad para todos los vehículos. Todo esto se ha traducido en el Reglamento UNECE/R155 -la norma ISO/SAE 21434 también recién aprobada no es un requisito legal de obligado cumplimiento, pero servirá a los fabricantes para construir y auditar sus sistemas de ciberseguridad-.
Esta normativa UNECE -entró en vigor el 22 de enero de 2021- obliga a que todos los vehículos -automóviles, camiones, furgonetas, autobuses, autocaravanas…- que se homologuen a partir de julio de 2022 y todos los que se vendan a partir de julio de 2024 cuenten con un certificado de vehículo ciberseguro.
Tal y como ha recogido la empresa EUROCYBCAR -que cuenta con una base de datos con todos los ataques contra vehículos que se han producido desde el año 2012-, un ciberdelincuente puede emplear el sistema bluetooth para que cuando se vinculen teléfono y vehículo pueda obtener un volcado de tus datos e información personal, utilizarlo para conocer tu posición y espiarte, acosarte, suplantar tu identidad…
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